Hola a todos,
He querido escribir una pequeña reflexión acerca de mi experiencia en los Trastornos Vestibulares Funcionales para ayudar a dar visibilidad a este tipo de problemas.
Soy Lucía Vacas, fisioterapeuta experta en Fisioterapia Neurológica y actualmente formo parte de la Unidad de Neurorrehabilitación del Hospital Ruber Internacional. A continuación, voy a contar más acerca de este tipo de mareos y mi experiencia desde la fisioterapia en su tratamiento.
El Mareo Postural Perceptivo Persistente (MPPP) o en inglés Persistent Postural-Perceptual Dizziness (PPPD) es un trastorno funcional, que se caracteriza por producirse mareos persistentes (no rotatorios) y/o inestabilidad, con una duración de 3 meses o más. Suelen empeorar en posición vertical, con estímulos visuales complejos o en movimiento, y durante el movimiento activo o pasivo de la cabeza. Los síntomas están presentes la mayoría de los días, a menudo aumentando a lo largo del día, pero pueden ser fluctuantes. Los pacientes suelen desarrollar de forma secundaria trastornos de la marcha funcional, ansiedad, conducta de evitación y discapacidad severa.
El término MPPP es relativamente nuevo; históricamente ha sido denominado como vértigo postural fóbico, malestar por espacio y movimiento, vértigo visual y mareo subjetivo crónico. Es el año 2017, cuando un consenso de expertos de la Sociedad de Barany, establece este nuevo término, también conocido como mareo funcional, y lo clasifica como un trastorno vestibular funcional dentro de la Clasificación Internacional de los Trastornos Vestibulares y establece los criterios diagnósticos del mismo.
Generalmente estos pacientes son derivados a rehabilitación por neurólogos, aunque también pueden ser remitidos desde Otorrinolaringología o Medicina Interna. Es importante que el diagnóstico se explique por un médico experto. Esto facilita la posterior valoración desde Fisioterapia, que además hace hincapié en la educación en el mareo y refuerza el diagnóstico médico previo.
Como acabo de comentar, tras el diagnóstico y valoración de Fisioterapia, se considera si la persona es candidata en ese momento para realizar un programa de rehabilitación. Destacar que el diseño del plan de tratamiento es individualizado y adecuado a las necesidades del paciente; suele incluir fisioterapia vestibular, terapia psicológica (cognitivo-conductual) y farmacológica. Como todos los trastornos funcionales, en la mayoría de los casos, es necesario un abordaje biopsicosocial, que englobe todas las esferas del paciente (estilo de vida, conductas, entorno, etc.) y que pueden estar influyendo directamente en los síntomas del mareo y/o inestabilidad.
Normalmente, veo en consulta que ya con la propia valoración, los pacientes presentan una mejoría del síntoma, por lo que algunos de ellos sólo se les pautan sesiones de revisión para poder realizar un seguimiento de su evolución. Sin embargo, hay otros, que sí necesitan un programa rehabilitador intensivo, en el que se les acompaña en el proceso de desensibilización y exposición gradual y se les enseñan diferentes herramientas para el automanejo de los síntomas.
En cuanto a la fisioterapia que se lleva a cabo, es diferente a la que se realiza con los trastornos vestibulares estructurales. Se trata de un programa progresivo de desensibilización del sistema nervioso. Cabe destacar la importancia de que quien lo lleve a cabo debe de estar familiarizado en este tipo de trastornos, ya que, si los ejercicios fuesen demasiado agresivos, se podría exacerbar los síntomas del paciente.